Escribe: Erick Garay Alberto

En las últimas horas, más atletas de alto rendimiento de Huancayo se han sumado al pedido de una solución para poder entrenar en un espacio idóneo. A lo dicho por Christian Pacheco y César Rodríguez en ELPOLI.pe, se sumaron las voces de Kimberly García en entrevista con Podio Perú y la de Rosbil Guillén en sus redes sociales.

 

Cierto es que el Gobierno mantiene en dicha ciudad la cuarentena para prevenir el contagio del COVID-19, pero también es cierto que se han hecho excepciones para algunas actividades específicas; excepciones que bien podrían aplicarse a este caso (también específico).

En junio, más de diez centros comerciales reiniciaron actividades en la Ciudad Incontrastable. Pero no hace falta mirar fuera del deporte para encontrar ejemplos de estas excepciones. Por esas mismas fechas se permitió que los clubes de fútbol puedan volver a entrenar en campo; entre ellos el club Sport Huancayo, que lo hizo en el estadio que lleva el nombre de la ciudad.

“La infraestructura y el personal de Junín están preparados según el protocolo que envío el Instituto Peruano del Deporte (IPD) desde Lima, así pudimos recibir al Sport Huancayo que entrenó aquí casi un mes antes de jugar la Liga 1”, nos cuenta Raúl Pacheco, dos veces olímpico (Londres 2012 y Río 2016), medalla de plata en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 y actual presidente del IPD-Junín.

Raúl Pacheco, atleta olímpico y actual dirigente [Foto: Franco Sánchez Rodríguez]
El hoy directivo remarca que aún hay cuarentena focalizada en Huancayo y Satipo; pero que su institución está en la capacidad de repetir el mismo trabajo de supervisión que hizo con el fútbol en días anteriores (en los que también había cuarentena).

Además, en la cuna del fondismo peruano existe “la disponibilidad de tres escenarios para que los atletas puedan entrenar ordenadamente: el Estadio de Huancayo, el Estadio Mariscal Castilla y el Estadio 3 de Octubre. Calculamos que serán entre 25 y 30 personas con deportistas, paradeportistas y entrenadores. Solo estamos a la espera del permiso”.

¿Qué es lo que pasa, entonces? Desde la Federación Peruana de Atletismo aseguran que han agotado todos los esfuerzos por reiniciar actividades en más ciudades: Huancayo, Cusco, Puno, Arequipa y Trujillo, específicamente.

“Los protocolos están listos y se han elaborado según los lineamientos que ha dado el MINSA para cada ciudad. Inmediatamente se abrió el permiso para reiniciar actividades ingresamos todos los expedientes. Nuestra intención siempre fue abrir Huancayo y Lima al inicio, pero la situación fue cambiando y se hizo más difícil obtener el permiso para las sedes fuera de Lima”, declaró Elena Mantilla, vicepresidenta de la FDPA, a este medio.

Asegura, también, que la federación ha adecuado su presupuesto para costear los nuevos gastos que ha generado la realidad del COVID-19 pensando en todas las ciudades donde tienen deportistas de alto rendimiento: “Hemos considerado pruebas de descarte en todas las ciudades donde tenemos atletas, la compra de equipos de protección, la contratación del personal que coordinará los protocolos en cada ciudad… Hemos previsto todo eso y seguiremos insistiendo para que los atletas de alto rendimiento puedan entrenar en sus respectivas ciudades”.

Rosbil Guillén, oro en Lima 2019 y clasificado a Tokio 2020. [Foto: Franco Sánchez Rodríguez]
A la espera de conocer la fecha exacta de retorno, los atletas de Huancayo ven cómo otras actividades se reanudan y ellos, un grupo bastante específico, deben seguir esperando e ingeniándoselas para hacer en la calle los trabajos que se deben hacer en una pista medida.

Es claro que el permiso no depende de la federación, tampoco del IPD; pero sí depende de ellos gestionar o explicar a los responsables de esta decisión por qué es importante que los deportistas de alto nivel puedan retomar sus entrenamientos de forma segura.

Nadie está pidiendo que se levante anticipadamente la cuarentena en la ciudad de Huancayo. Los atletas de alto rendimiento fueron los primeros en respetar las disposiciones del Gobierno y dar el ejemplo cuando todo se redujo al espacio que hay en cada casa. Pero es lógico que al ver que vuelven otras actividades, algunas de ellas incluso con mayor riesgo de contagio, se pregunten por qué la suya no tiene la misma suerte.

Si la razón es que las otras actividades ayudan a la reactivación económica, entonces se debe tener en cuenta lo que el deporte significa para muchos de estos atletas. Gracias al deporte, y a sus buenos resultados, encontraron un camino de desarrollo personal y social. Las becas, los auspicios, el apoyo económico del Estado y tener la oportunidad de representar al país están determinados por su rendimiento y para lograr que sea óptimo no solo trabajan el día que compiten. El trabajo lo hacen varios meses antes.

Esta dimensión del deporte de alto rendimiento, que incluye otros aspectos más, debe ser considerada por las autoridades que deciden qué tipo de actividades pueden reanudarse. A primera impresión pareciera que sí lo han hecho y por eso el retorno de los entrenamientos en Lima. Si es así ¿por qué no hacerlo en otras ciudades donde también viven deportistas de este nivel? Ellos son parte del orgullo que sentimos cada vez que vemos al Perú triunfando en una competencia. Levantemos la mirada y observemos su contexto.

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