Escribe: Franco Sánchez Rodríguez

El nombre de Roberto Yuta Galarreta Teraoka ha calado hondo entre los aficionados al judo en el Perú. Y es que, a sus veinte años, este deportista viene demostrando que deja alma, corazón y vida cada vez que le toca representar a nuestro país sobre el tatami. El último domingo, por ejemplo, consiguió la medalla de plata en el Open Panamericano Lima 2018.

La historia entre Galarreta Teraoka y el judo peruano viene desde mucho tiempo atrás. Yuta nació en Japón, país en el cual reside hoy con sus padres, quienes también son peruanos y quienes siempre lo han motivado. Desde muy pequeño, su madre Patricia lo llevaba a los dojos para que pudiera entrenar. Con el pasar de los años Yuta fue destacando en los torneos que se realizaban en el país asiático.

Su nivel era destacable y fue así como un día Carlos Zegarra, presidente de la Federación Peruana de Judo, lo invitó a formar parte de la selección nacional. Según cuentan sus parientes más cercanos, Yuta no demoró mucho en tomar una decisión y aceptó la convocatoria. Desde esa fecha siempre compite por el Perú.

El primer torneo en el que estuvo presente representando al país fue el Panamericano Juvenil-Junior que se desarrolló en San Salvador el 2014. Ahí, con diecisiete años, logró alzarse con la medalla de plata en la categoría – 81 Kg.

No fue hasta el año siguiente que Yuta Galarreta pudo competir por primera vez en el Perú. Fue para el Campeonato Sudamericano Sub 18 y Sub 21. Su motivación fue tan grande que en la división –81 kg terminó coronándose como campeón.

En esa oportunidad él hizo una conexión importante con la gente, pero no solo fue por su talento sobre el tatami, sino también por su alegría; por su caballerosidad y porque cada vez que obtiene una victoria lo celebra con el corazón y con el orgullo de sentirse bien peruano.

“Quiero ser campeón mundial”, le dijo Yuta a ELPOLI.pe hace tres años. Hoy compite en la división –90 kg y no ha cambiado de objetivo. Ya dio un gran paso, como lo fue el Open Panamericano Lima 2018, ahora le toca otra dura prueba, el Open Panamericano de Buenos Aires, al cual está viajando como integrante de la delegación nacional.