Escribe: Margarita Rivera Monforte
[DESDE TOKIO]
Tenía 21 años cuando su nombre dio la vuelta al mundo y se convirtió en uno de los favoritos de la afición peruana. Su hablar sencillo y desgarbado le ganaron inmediatamente el cariño de un pueblo, hasta entonces, poco acostumbrado a triunfos tan importantes. Sofía Mulanovich, hoy con 38 años, siente los mismos nervios y la misma emoción que hace 17 años, cuando logró su primer título mundial.
Sofi, han pasado 17 años desde ese título de 2004, ¿Qué sientes ahora que eres olímpica?
Es verdad, logré mi primer título mundial a los 21 años y nunca me imaginé que a los 38 estaría representando al Perú en unos Juegos Olímpicos.
Sobre todo, después de haber decidido, hace algún tiempo, retirarte de las grandes competencias…
Sí, es que en verdad nunca dejé de hacer tabla, seguía practicándola en el Perú y siempre viajaba para continuar haciéndolo. Es algo que me encanta hacer, es parte de mi vida. Por eso, cuando me enteré que sería olímpico, se me encendió una chispita de esperanza.
¿Y eso te inspiró para volver?
Sí, por eso empecé a participar nuevamente en competencias, entré a un poco más de torneos hasta que me fue superbién en el Mundial de 2019, justo acá en Japón, y eso me dio prácticamente la clasificación.
¿Sabías que en los anteriores Juegos Olímpicos de Tokio, en 1964, también estuvo el apellido Mulanovich en la delegación?
No, no lo sabíaaaaa, wow, ¡me parece buenísimo!
¿Cómo te sientes, en la madurez de tu carrera, estar en un certamen de este nivel y convertida en madre?
Ser madre es una motivación gigante para mí, es una de las razones por las que también siempre me decía que sería maravilloso que mi hijo sepa cuando esté grande que su mamá estuvo en unos Juegos Olímpicos. Gracias a Dios que pasó.
