Escribe: Erick Garay Alberto    

La historia de don Edwin Vásquez Cam (1922 – 1993) siempre tuvo situaciones proféticas. Al repasar su vida, no hubo que esperar mucho para darse cuenta de ello. En una entrevista de hace muchos años, don Gonzalo Vásquez, su padre, relató lo sucedido el día en que junto a su esposa doña Herminia Cam, fueron a bautizar al entonces infante Edwin.

 

“¿Edwin? ¿No puede ser? Tiene que llevar un nombre del calendario gregoriano y habiendo nacido el 28 de julio tiene para escoger Celso, Nazario o César”, renegaba el párroco de Ancón encargado de la ceremonia.

Don Gonzalo ensayó la combinación de alguno de esos nombres con su apellido y ninguno le sonaba tan bien como “Edwin Vásquez Cam”. En una decisión salomónica, y para no contravenir al sacerdote, decidió ponerle dos nombres: César Edwin.

Aceptada la decisión, a regañadientes, el párroco no dejó de ironizar la elección de la pareja Vásquez Cam: “¿Edwin? Ése será un buen nombre en Inglaterra, pero aquí en el Perú no puede ser”. Tuvo razón a medias.

Es que el nombre de este gran tirador peruano sonó perfecto en Inglaterra y también en el Perú. Don Edwin Vásquez Cam sigue siendo hasta hoy el único deportista peruano que ha ganado una medalla de oro en Juegos Olímpicos. Fue en Londres 1948 y su distintivo se luce en el mítico estadio de Wembley. Luego de su hazaña, porque en realidad lo fue, varios niños fueron bautizados con el mismo nombre… y ningún cura intentó oponerse.

MITO NO, REALIDAD

La magnífica actuación de Edwin Vásquez en Londres no es para nada un mito, es la real historia de un peruano que se sobrepuso a más de una adversidad para llegar a ser el mejor.

Don Edwin y el resto de la delegación peruano que nos representó en los Juegos Olímpicos de 1948 dieron casi media vuelta al mundo. Partieron de Lima y pasaron por Panamá, La Habana, Nueva York, Canadá e Irlanda antes de llegar a la capital británica.

Instalados en la ciudad a don Edwin lo afectó una severa faringitis, impidiéndole realizar algunos entrenamientos en los días previos a la competencia. En esos mismos días el equipo peruano de tiro ya se había dado cuenta que sus armas eran obsoletas en comparación con las que tenían los europeos y demás competidores.

Una de las más antiguas era la de Vásquez Cam, por lo que el señor Luis Mantilla (también integrante de la delegación peruana) se ofreció a prestarle la suya. Don Edwin la probó y a pesar que la empuñadura le quedaba un poco ajustada, pues lo tiradores las mandan a fabricar a la medida de su mano, la modernidad de la misma terminó por convencerlo.

Así venció al favorito y campeón reinante, el sueco Torsten Ullman, dueño además de cuatro títulos mundiales y del récord olímpico. El oro de la modalidad pistola libre a 50 metros fue para el peruano aquel 2 de agosto de 1948. La premiación en Wembley se realizó cinco días después y el Himno Nacional se escuchó en estos Juegos por primera vez. Rápidamente a don Edwin lo llamaron “El Gigante de Bisley” en referencia al campo donde se había realizado la competencia y en juego con su estatura (1.59).

HÉROE HUMILDE 

Afiche del documental dirigido por Luis Cam.

Pese a vivir lo que es estar en la gloria, don Edwin vivió alejado de toda fama. Graduado como Ingeniero Civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú, trabajó siempre para dar el mismo ejemplo a sus hijos.

Luego de ganar la medalla de oro en Londres, la marca de la pistola que usó aquel glorioso día quiso utilizar su rostro para publicitar su marca y él se negó. Los más cercanos a él dan cuenta que lo hizo por su sencillez.

Cuando entrenaba y veía a algún aficionado que había ido a ver este deporte, se le acercaba y entrenaba junto a él. Le enseñaba todo el día si era posible, y no paraba hasta verlo hacer una ejecución perfecta. Incluso daba consejos que cualquier otro tirador guardaría. Aquel desprendimiento de don Edwin lo hizo merecedor del reconocimiento en el polígono y fuera de él. Su fallecimiento el 9 de marzo de 1993 motivó un gran luto en el deporte peruano y hoy lo recordamos con el respeto que merece alguien de su categoría.

Teodoro Salazar Canaval, periodista referente cuando se quiere hablar de historia deportiva y olímpica en el Perú, tuvo tanta razón en ponerle a su libro “Edwin Vásquez: Campeón y Señor Olímpico”, única biografía dedicada al personaje en mención. En el plano audiovisual, en el año 2013, se estrenó el documental del director Luis Enrique Cam, titulado “Héroe Olímpico”. Imposible perdérselo.

* Texto originalmente publicado en el año 2013, en la edición de Fiestas Patrias del diario La Primera.

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