Redacción ELPOLI.pe
Un equipo de jóvenes judocas pudo regresar al Perú luego de quedar varado tras el cierre de nuestras fronteras. Los integrantes de la Asociación Deportiva Olympique de Ayacucho habían viajado al Ecuador para realizar una base de entrenamiento promovida por el señor Ronal Aguado, por su cuenta, y no pudieron retornar antes del inicio del estado de emergencia decretado para frenar el contagio del COVID-19 (coronavirus).
La situación fue preocupante, pues el equipo estaba compuesto por niños en su gran mayoría. Aguado, responsable del grupo, difundió un video en las redes sociales solicitando al Gobierno su ayuda para retornar al país, ya que (según narró) no contaban con el apoyo de sus autoridades locales.
Tamaña situación generó una serie de interrogantes. ¿Por qué no se pudo prever esta situación y hacer que el equipo vuelva antes? ¿Por qué no se coordinó con anticipación la estadía y el regreso de este equipo? Buscamos respuestas en la Federación Peruana de Judo, ente rector de este deporte en el país.
Sentido humanitario
Hace unos días, la federación había emitido un comunicado indicando que tuvo conocimiento de la situación el martes 17 de marzo. Al conocer la gravedad del asunto, inició coordinaciones con el Instituto Peruano del Deporte (IPD) y fue dicho organismo el que gestionó, con el Ministerio del Deporte del Ecuador, que los deportistas puedan estar a buen recaudo hasta que se tramitara su retorno.
“El IPD también gestionó con Cancillería para que se pueda priorizar el retorno de los chicos, pero había que esperar los plazos y ordenanzas dispuestos por el Gobierno. A nosotros nunca se nos informó del viaje ni se nos solicitó autorización. Los deportistas que viajaron no son parte de la selección peruana de judo y, por ende, el viaje no correspondía a un torneo oficial de la federación. También hicimos las consultas correspondientes y podemos decir que tampoco estaba dentro del calendario oficial de la Federación Ecuatoriana de Judo”, señaló Andrés Goya, gerente técnico de la Federación Peruana de Judo.
Entonces, ¿cómo fue que el equipo pudo viajar sin autorización? “Los clubes son entidades privadas y pueden programar sus propias actividades y costear sus viajes. En el caso de los equipos infantiles, la Federación Peruana de Judo no aprueba ni promueve la competencia en menores de 11 años (edad de los niños que viajaron al Ecuador). Para ello creamos la propuesta pedagógica llamada ‘MiniPrix’, que fomenta el aprendizaje dentro de la competencia con la finalidad de evitar el maltrato y el abuso en quienes lo practican”, añadió.
Goya exhortó a los padres y madres que tienen hijos practicando judo a que consulten a la federación sobre qué entrenadores y clubes están habilitados y certificados para la enseñanza y práctica de este deporte. Eso permitirá asegurar el correcto aprendizaje en los niños y evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir.