Escribe: Margarita Rivera Monforte
[DESDE PARÍS]
Fue un gran partido, no obstante, la frustración le gana. Estaba dos puntos delante de su rival, la turca Kiara Abdul Rahman, a muy poco de concluir el tercer período del tope de la lista de 64 participantes, pero ella se recuperó. Igualó la tanda 14-14 y hubo que ir a la definición extra. El punto final fue de la europea 15-14 ganó el choque y María Luisa Doig, Malú, se quedó a poco de estar entre las 32 mejores de París 2024.
En su tercera actuación olímpica, la esgrimista peruana soltó todas sus emociones al cerrar su participación en la prueba de espada de los Juegos Olímpicos 2024. “Estuvo tan cerca”, nos dice con voz entrecortada, pero la sonrisa y el cariño de quienes estuvimos en el Grand Palais, sede de la competencia, le permite retomar el aliento.
“Se hizo el trabajo y no me arrepiento de cada acción hasta el final, me siento triste por no conseguir lo que buscaba (pasar a la ronda de 32), pero a la vez contenta con todo lo realizado y por poder representar a mi país en unos Juegos Olímpicos”, comenta.
Malú Doig competirá en el Sudamericano de mayores que se realizará en agosto y luego continuará entrenando. No quiere darse tregua, está segura de que puede darle mucho más al Perú, con más experiencia y mejor preparación, aunque ello también dependa del apoyo que se le brinde a su disciplina.
“¿Si aún pienso en otros Juegos Olímpicos?, si hay apoyo claro que lo pensaré”, sostiene tras confirmar que ahora se concentrará en el inicio de un nuevo ciclo olímpico que, enhorabuena, comenzará el próximo año en el Perú con los Juegos Bolivarianos de Ayacucho y Lima, y que espera continuar “con los Panamericanos de 2027”.
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