Escribe: Erick Garay Alberto
¡Hora de volver! La emoción embarga a María Luisa Doig cuando cuenta los minutos para regresar a la pedana y retomar el camino a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, interrumpido hace casi un año por la pandemia de la Covid-19. La representante peruana en esgrima ya está instalada en Kazán, Rusia, para competir en la Copa del Mundo de Espada (20-21 de marzo).
“Esta competencia es un sueño para mí. Recuerdo hace meses cuando suspiraba viendo mi uniforme de esgrima con mi apellido y el nombre de Perú, y decía: “Cuándo te representaré otra vez…” Y pues el día llegó”, le confiesa María Luisa Doig a ELPOLI.pe desde su alojamiento en Kazán.
A la ciudad rusa llegó desde Hungría, donde estuvo entrenando durante tres semanas. “Gracias al programa Vamos con Tokio pude salir a Budapest y definitivamente ha sido un plus. De moverme y entrenar en casa he pasado a entrenar en un gimnasio completo y en una sala de esgrima con alrededor de 14 tiradores por día”, añade.
Además del apoyo recibido por el Instituto Peruano del Deporte (IPD), María Luisa Doig resalta el soporte económico brindado por Panam Sports que le permitió mantener un adecuado ritmo de entrenamiento durante los primeros días de cuarentena en Perú. Gracias a ese apoyo pudo transformar una habitación de su casa en un minigimnasio y adquirir otros implementos que la han ayudado en su preparación.
“La verdad que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Ha pasado un año de mi última competencia… perdimos muchos meses por la pandemia”, reflexiona nuestra deportista olímpica en Beijing 2008 y actual número 48 del ranking mundial de espada. Eso sí, sin perder el ánimo, ni la motivación a poco de su esperado retorno a un torneo que le devolverá el tan añorado ritmo de competencia.
Luego de la Copa del Mundo en Kazán, María Luisa Doig volverá a Budapest para intensificar su entrenamiento de cara al torneo que determinará su clasificación a Tokio 2020: el Preolímpico Continental que se realizará en Panamá del 29 al 30 de abril. Estar en unos Juegos Olímpicos por segunda vez es su sueño latente y está trabajando arduamente para hacerlo realidad.