Redacción ELPOLI.pe

Kimberly García ha logrado ganarse un nombre en el mundo del atletismo, pero sobre todo en el de la marcha atlética, que es su especialidad. Todo el esfuerzo y sacrificio le dio como recompensa que en estos momentos se encuentre ubicada dentro del top diez de la marcha a nivel mundial. La prueba, que es regulada por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, en inglés), tiene a García como una de sus máximas exponentes.

Los buenos resultados que obtuvo en el IAAF Challenger de Monterrey, en donde culminó cuarta, y en el Campeonato Mundial de Marcha Atlética el último mes de mayo en China, en donde finalizó octava batiendo el récord nacional en los 20 km con una marca de 1h28m56s, le ha traído como consecuencia que la IAAF tenga un control más riguroso con su persona.

La atleta peruana, natal de Huancayo, conversó en exclusiva con ELPOLI.pe y nos contó cómo viene siendo su día a día, luego de ubicarse entre las diez mejores de la modalidad que le apasiona. “La IAAF me  ha creado una cuenta en la cual tengo que colocar el lugar exacto en donde entreno, de qué hora a qué hora, qué días, si duermo o no en mi casa. Esto sirve para que cuando ellos quieran hacerme una prueba antidoping, vengan y me encuentren”.

Tiempo atrás, la falta de información y un problema de coordinación le jugó una muy mala pasada y un gran susto. “Hace un par de meses tuve un pequeño problema. La IAAF vino a buscarme a Lima, pero yo me encontraba en ese entonces en Huancayo. La federación me llamó para que pudiera venir a hacer el control. Tuve miedo, porque en el reglamento dice que si no doy la prueba me pueden suspender hasta por uno o tres años. Hicimos todo un papeleo y me dieron otra oportunidad”, añadió.

Estar tan vigilada por la Asociación Internacional ha hecho que García se sienta abrumada en más de una ocasión. “Es bastante tedioso por toda la información que tengo que dar, a veces es aburrido (risas) y también incómodo. Estoy cuidándome más, en un restaurante evito consumir algunas cosas,  tengo mucho más cuidado con mi alimentación”.

“No siento ninguna presión por estar entre las diez mejores, más bien, esto me da ganas de seguir mejorando”. Con estas palabras se despide Kimberly García, una persona que ha sabido dejar en alto el nombre del país en muchas ocasiones, y que ahora se prepara para representarnos en el Campeonato Iberoamericano que se desarrollará en Trujillo en agosto próximo.