Desde Toronto

Gladys Tejeda estaba exhausta, había dado todo su esfuerzo para ser la primera en terminar la prueba de 42 kilómetros en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Solo pensaba en irse a descansar, mientras las felicitaciones del público y los requerimientos de los medios nacionales y extranjeros detenían su paso.

Sin embargo, cuando le dijeron que su madre quería conversar con ella, todo cansancio desapareció para dar paso a una sonrisa más grande que la que tuvo cuando recibió la medalla. En Junín, Marcelina Pucuhuaranga había conversado con muchos periodistas, hasta que llegó el momento de la conversación más esperada. Esto fue lo que le dijo Gladys:

 

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