Alberto Rossel no pudo retener el título mundial minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al perder la pelea ante el japonés Ryoichi Taguchi en el Coliseo de Ota, Tokio. Luego de los doce asaltos, los jueces decidieron darle la victoria por decisión unánime al peleador local con puntajes de 116-110, 116-109 y 116-111.
Durante los encuentros previos a la pelea se notó la gran diferencia de estatura y la ventaja de 14 centímetros del alcance de brazos entre ambos boxeadores. Lo que en la ficha técnica parecía un frío número se evidenció con claridad durante el pesaje y la conferencia de presentación; una vez en la pelea esta diferencia fue determinante.
Rossel intentó acercarse al cuerpo de Taguchi para poder conectar rectos y cruzados, sin embargo, el japonés supo mantenerlo a distancia con jabs de izquierda aprovechando sus brazos largos. Pocos golpes del peruano pudieron entrar con fuerza al rostro del nipón, la mayoría apenas lo rozaban o eran bien esquivados por él.
Así Taguchi fue cimentando su victoria, teniendo un pico en el octavo round: Rossel acusó un golpe de cabeza intencional y segundos después un gancho de izquierda lo mandó a la lona, pero supo recuperarse y seguir con el duelo. “Chiquito” nunca se dejó vencer por la impotencia de no poder conectar, siempre buscó la forma de romper la guardia rival para sumar puntos que pudieran convencer a los jueces de que debía retener la corona. Lamentablemente estos golpes llegaron en los últimos rounds, cuando solo un KO podía cambiar el rumbo de la pelea.
Esta fue la primera pelea de Alberto Rossel en el extranjero desde que ganó el título mundial interino en abril 2012. Su última presentación fuera del Perú había sido en México, en octubre 2010, cuando tentó la posibilidad de ganar el cetro en la categoría supermosca ante el mexicano Hugo Cazares. Aquella vez también fue derrota para el peruano.