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A la hora de hablar de polo, Buenos Aires se posiciona como la ciudad más importante a nivel mundial. El consenso se debe a que acoge, año tras año, al certamen interclubes más importante del mundo, del que participan los mejores jugadores del planeta: el Campeonato Argentino Abierto de Polo.
Con sede en el Campo Argentino de Polo -al que se conoce como Catedral del Polo-, ubicado en Palermo, el torneo funciona como cierre de la temporada de polo de élite. Es el quinto campeonato más antiguo del mundo, ya que fue creado en 1893, y junto al Abierto de Tortugas y al Abierto de Hurlingham, compone la Triple Corona. Al también conocido como Abierto de Palermo asisten jugadores y turistas locales y extranjeros.
La exitosa convocatoria se puede adjudicar a la jerarquía de sus participantes: de los veinte mejores polistas rankeados del planeta, dieciséis son argentinos, y compiten en el certamen de Buenos Aires. Allí se presentan los más renombrados, como los hermanos Pieres, Adolfo Cambiaso, y distintos jugadores con 10 goles de hándicap.
El predominio argentino en el universo del polo se remonta a 1924, año en que la Selección Nacional consiguió la primera medalla dorada en los Juegos Olímpicos de París. Doce años después repetiría la hazaña en Berlín, convirtiéndose en el ganador de las últimas dos medallas de oro de un total de cinco ediciones olímpicas.
Los resultados alcanzados en los Juegos Olímpicos, y más tarde, los títulos obtenidos en los Campeonatos Mundiales, favorecieron el desarrollo del deporte en el país; actualmente, existen cinco mil jugadores registrados en la Asociación Argentina de Polo, y se estima que más de quince mil personas lo practican en las más de 1200 canchas que se distribuyen a lo largo del territorio nacional.
Si bien existen múltiples clubes en todo el país, alrededor del 80% – que además, son los más prestigiosos- se encuentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires, que cuenta con una vasta trayectoria en el deporte. Particularmente, la importancia de Buenos Aires se acrecentó hacia 1982, año en que en la Ciudad se fundó la Federación Internacional de Polo, máximo organismo que regula el deporte en todo el mundo.
Casi cuatro décadas después, la Ciudad continúa a la vanguardia, y entre septiembre y diciembre de cada año, se prepara para recibir a miles de turistas que arriban para presenciar el torneo más importante del mundo. La oferta gastronómica y hotelera brindan el marco propicio para que el hecho de asistir a un encuentro deportivo se convierta en una verdadera experiencia integral.
El ”boom” gastronómico del verano
El Campo Argentino de Polo, se convirtió en el epicentro de los polos gastronómicos al aire libre que hoy son tendencia en la Ciudad de Buenos Aires. Con un amplio abanico de opciones se encuentran las siguientes propuestas: Cruza Polo Bar, Lounge Johnnie Walker, Imperial Beer House y Furia bar.
Cruza Polo Bar fue tendencia este verano en la noche porteña con propuestas muy atractivas para los jóvenes. Siempre hay un dj que musicaliza el espacio y crea un ambiente cálido para romper con la rutina laboral diaria.
Nada mejor que disfrutar de buena música con amigos mientras se brinda con un buen trago de coctelería de autor que refresque los sentidos para pasar una tarde alucinante con vista al predio.
Todas las propuestas gastronómicas son acorde a todos los gustos desde los fanáticos de una cerveza fría hasta los apasionados de un buen trago. Es importante que se reserve con anticipación, debido a la gran demanda.
Frente al Campo de Polo se encuentra también el Hipódromo de Palermo, con un circuito gastronómico muy amplio, entre ellos Rabieta. Muy reconocido por malcriar a todos los amantes de la cerveza artesanal. Este lugar tiene un patio interno con vista al Campo de Polo.