Escribe: Willmar Montañez León
El básquetbol peruano vuelve a tener problemas. Ha transcurrido casi medio año y hasta la fecha no hay una Junta Directiva que tome las riendas de esta disciplina. Para del deporte de las canastas, estos inconvenientes no son nada nuevos.
Hoy, la Federación Peruana de Basketball no puede inscribir a su junta directiva elegida para el periodo 2017-2020. Esta no es reconocida por el Instituto Peruano del Deporte (IPD) debido a que se encontraron irregularidades durante el proceso electoral. Luego de observar que estos errores no era subsanados, el ente rector del deporte peruano decidió nombrar a un Grupo de Trabajo con el objetivo de poner en regla a esta disciplina.
Este Grupo de Trabajo lo preside el reconocido Ricardo Duarte, exbasquetbolista quien en su época de jugador fue condecorado como máximo anotador de los Juegos Olímpicos Tokio 1964 (212 puntos). Lo acompañan Juan Calderón (secretario), Fernando Vallejo (tesorero), Juan Carlos Montenegro (vocal) y Luis Alberto Pérez- León de la Guarda (Vocal). Para ahondar en el tema, ELPOLI.pe dialogó con él y esto fue lo que nos dijo:
“Cuando la junta directiva liderada por Javier Quesada pide el reconocimiento del Instituto Peruano del Deporte (IPD), previo a la inscripción en los Registros Públicos, el IPD evaluó todo lo actuado en el proceso de elecciones y encontró que no se había cumplido con la Ley del Deporte. Hubo cerca de 10 observaciones que hizo el departamento legal del IPD y estas no fueron subsanadas durante el tiempo establecido. Por esta razón, le comunicaron al doctor Quesada que su solicitud era improcedente. A partir de ese momento la Federación se quedó acéfala y el IPD, de acuerdo a ley, nombra un Grupo de Trabajo”
Ya con algunas semanas en el cargo, Duarte explicó cuál es la principal misión de este grupo en la Federación: “Tenemos que trabajar para que todo vuelva a la normalidad. Tenemos que depurar el padrón de electores, crear las condiciones necesarias para que la próxima directiva pueda trabajar de manera normal y que las elecciones se desarrollen de manera natural, sin ningún inconveniente”.
Sin embargo, para que el Grupo de Trabajo pueda laborar de manera efectiva también tiene que inscribirse en Registros Públicos y esto no puede ser posible todavía: “La lista que encabeza Quezada ha solicitado su inscripción a pesar de no contar con el reconocimiento del IPD. Y no solo él, los otros miembros de su directiva también han solicitado su inscripción. En total han sido 10 solicitudes. Cuando yo presento la resolución del Grupo de Trabajo el encargado tiene que poner mi solicitud al último, de acuerdo a las normas. El registrador actúa de manera adecuada y tiene que evaluar cada solicitud, la cual demanda tiempo. Ya han pasado y esto aún está pendiente por culpa de una jugada sucia de la directiva de Quesada. La medida que han tomado está perjudicando al básquetbol”
Debido a esta demora, el Grupo de Trabajo está operando de la manera menos adecuada: actualmente no tienen oficinas y sesionan en un espacio prestado en el Coliseo Dibós. ¿Qué pasó con la oficina que utilizaba la directiva anterior? Víctor Lainez, presidente en el periodo 2013-2016, no ha devuelto la llave de esa oficina. Según palabras del mismo Duarte, ya se le ha notificado mediante una carta notarial y sin embargo, hasta el momento no existe respuesta. Increíble.
Estos problemas de dirigentes y reconocimientos no son nada nuevos para el básquetbol peruano. En la gestión de Arturo Woodman como presidente del IPD ya existían este tipo de inconvenientes, llegando al extremo de formarse una federación paralela (una era reconocida por el IPD y la otra, por la federación internacional), agravando el caos en este deporte y alejando de las canchas a quienes deseaban integrar las selecciones nacionales.