Escribe: Margarita Rivera Monforte
Desde Brasil
Ya pasó un día desde su debut olímpico y Arturo Chávez sigue con la adrenalina a full. El atleta que representó al Perú en Río 2016 siente que ha dado su gran salto, aun cuando no pudo meterse en las finales ni igualar su mejor marca, que es 2.31 metros.
Chávez se quedó con un registro de 2.22 metros, lo que causó cierta sorpresa. “A veces cuando empiezas por un límite menor del acostumbrado y te complica luego pasar más alto. Yo pasé el 2.17 con un poco de dificultad, pero encontré la razón, corregí el error y el 2.22 tranquilo, en la primera”, comentó el atleta.
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Chávez explicó que el no poder superar la barrera de los 2.23 metros se debió un poco a cierta tensión muscular, quizá por el estrés que provoca asumir un compromiso de tal magnitud.
“Me sentí un poco duro, estaba como cansado, traté de dar un poquito más de fuerza y velocidad, pero no funcionó”, se lamentó el saltador de 26 años, quien ya se propuso una nueva meta: estar y mejorar su actuación en Tokio 2020.
“Ya sé cómo es. Me ganaron los nervios, pero ya pasé la experiencia y, además, pude pasar una barrera que no se había conseguido antes en el salto peruano en los olímpicos. Sé que puedo dar mucho más y en una próxima competencia sé que iré más alto. Por eso, mi nuevo ciclo olímpico empieza desde mañana”, prometió.