Desde Toronto
Desde el momento en el que apareció en el Centro Acuático de Toronto, algo hacía presagiar que saldría de la piscina con una medalla en el cuello. Mauricio Fiol sonreía, miraba uno a uno a sus rivales de turno, miraba a la tribuna como reconociendo a quienes minutos después iban a aplaudirlo. Se sentía seguro, se sentía confiado, el objetivo por el que había llegado a los Juegos Panamericanos 2015 había sido cumplido en la mañana. Ahora, en la final de los 200 metros mariposa, era momento de nadar tranquilo. La medalla caería por propio peso.
Y así fue. Fiol Villanueva sabía que su mejor momento estaría en los primeros 100 metros y esta vez extendió su dominio hasta los primeros 140. Hasta esa distancia encabezó el grupo y a partir del metro siguiente la prueba se volvió en una final entre él y el brasileño Leonardo De Deus.
¿Quién es De Deus? Pues el nadador del que Brasil espera le dé más de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos del próximo año. Es tres años mayor que Mauricio y en Toronto 2015 ha terminado por desplazar a su compatriota Kaio Almeida, laureado campeón mundial en piscina corta (25 metros), tres veces campeón panamericano y poseedor de decenas de trofeos que adornan su casa.
También conocido como Kaio Marcio, era el poseedor del record panamericano hasta segundos antes de que terminara la prueba en Toronto. Hoy esa marca le pertenece a De Deus con 1m55s01c, Mauricio Fiol también nadó por debajo de aquel tiempo vigente de los Juegos Panamericanos Río 2007.
El peruano terminó la prueba en 1m55s15c y en el podio, el tercer lugar lo ocupó el canadiense Zack Chetrar con 1m56s90c. Kaio terminó quinto con 1m58s51c.
Fiol ha hecho historia en el deporte peruano no solo por convertirse en el primer nadador en hacer marca A para unos Juegos Olímpicos, también porque su medalla es la tercera de la natación nacional a nivel panamericano. Las dos primeras habían sido de bronce: Augusto González en los 200 metros mariposa de los Juegos Panamericanos Cali 1971 y Alejandro Alvizuri en los 100 metros espalda de los Juegos Panamericanos Indianápolis 1987.
Ahora, fiel a su estilo, Mauricio irá por más pruebas. Nadará los 100 mariposa y los 400 libre, iluminado por el brillo de su medalla en donde ve reflejado todo el sacrificio de los entrenamientos. No es fácil llegar a ser deportista de alto nivel pero Mauricio lo hace porque confía en él, nosotros también.