Redacción ELPOLI.pe

Tuvieron que pasar doce meses para que Andy Murray, ex número uno del ranking ATP, vuelva a ubicarse entre los ocho mejores de un certamen oficial. El Abierto de Washington fue testigo, el día de hoy, de una jornada con muchas emociones para el tenista escocés.

Murray derrotó en los octavos de final al rumano Marius Copill, 93° ranking del ATP, por 2-1 (6-7; 6-3; 7-6). Lo anecdótico de este encuentro fue que se inició a la medianoche, debido a las intensas lluvias que aquejan al estado estadounidense. Tras casi tres horas de partido, el vigente campeón de los Juegos Olímpicos marcó el punto que le puso fin a una jornada muy agotadora.

Fue tan desgastante para él, que ni bien culminó el duelo se fue a la banca, agarró su toalla, y se echó a llorar. En charla con los periodistas afuera del vestuario, el tenista indicó que “tengo que sopesar que soy alguien que viene de una prolongada ausencia por lesión. Fueron las emociones al final de un día infinito y de un partido largo”, precisó.

Es importante mencionar que Andy Murray se alejó de las canchas por una fuerte lesión en la cadera. A mediados de julio del 2017, tras caer en los cuartos de final en Wimbledon, tuvo que dar un paso al costado. Luego de varios intentos por retornar al tenis profesional, en junio de este año disputó su primer partido después de mucho tiempo. El bicampeón olímpico se midió ante el australiano Nick Kyrgios en Queen’s y cayó derrotado por 2-1 (2-6; 7-6; 7-5).

Esta tarde, a partir de las 6 y 30 de Perú, el británico se enfrentará con el australiano Alex De Minaur por su pase a las semifinales.

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