Escribe: Franco Sánchez Rodríguez

Jesús Yampufe fue el primer peruano en competir en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019. El nacido en Ferreñafe, Chiclayo, abrió el telón para la delegación nacional más numerosa de la historia en una edición de estos Juegos. En esta aventura continental, en donde participa en para tenis de mesa, el paradeportista se midió ante los mayores exponentes del continente por el grupo B de la clase 4 (personas en sillas de ruedas). Pero hay mucho más atrás de él.

 

Si bien, quizás, la gente lo reconoce por ser el iniciador del camino parapanamericano para Perú, muy pocos saben por el sendero que tuvo que atravesar para llegar hasta esta fecha soñada, jueves 22 de agosto del 2019. Hace cinco años, después de sufrir un accidente automovilístico que lo dejó sin movilización en la parte inferior de su cuerpo, se inclinó por este paradeporte.

“Se lleva por etapas. Al comienzo es difícil, pero poco a poco uno toma consciencia que debe seguir. La discapacidad no es algo que te vas a quedar lamentando, hay que luchar por la vida”, le contó tras su encuentro inicial a ELPOLI.pe.

Sus comienzos datan desde cuando se encontraba en los Juegos de EsSalud, debido a la invitación del seguro social. A partir de ese día ha incursionado también en el paratiro, paratletismo, baloncesto en silla de ruedas y voleibol sentado.

Previo a su accidente, Jesús era amante del fútbol y eso no lo olvida. Además, recuerda que se ganaba la vida de muchas formas, manejando todo tipo de vehículos, incluido una mototaxi, con el fin de ayudar en lo que sea necesaria en su hogar. “Como dice el dicho, cuando a uno le gusta el deporte es hasta la muerte. Queda seguir y no dejarse caer por nada, porque si esto pasa no lograremos algo en la vida”.

Cristiano devoto, Yampufe encontró en ello una puerta para salir adelante tras lo que le ocurrió. Gracias a esto, ligado a su constante actividad paradeportiva, que llegó por una invitación, espera y tiene fe de que sea el inicio para algo mucho mejor. Ser parte de Lima 2019 no solo le ha dado la oportunidad de portar la Antorcha Parapanamericana en su ciudad, sino también la de formar, junto a los demás integrantes de la delegación, un nuevo camino en el paradeporte peruano.