Redacción ELPOLI.pe

Laurel Hubbard se convirtió en la primera halterófila neozelandesa en colgarse una medalla en un Campeonato Mundial. Hubbard, de 39 años, consiguió la presea de plata en la división +90 kg al levantar 275 kg en total.

Un acontecimiento para la halterofilia neozelandesa que también lo es para la propia disciplina, porque Hubbard es la primera deportista abiertamente transgénero que se sube a un podio en un campeonato mundial de este deporte.

Laurel pasó todos los controles de testosterona que exige el Comité Olímpico Internacional (COI) para poder participar. Hasta hace cuatro años había competido en la categoría masculina aunque nunca obtuvo ningún éxito comparable a una medalla mundial.

La deportista, que ha sido víctima de acoso a través de las redes sociales desde que se supo que iba a participar en el campeonato, optó por no participar en la rueda de prensa posterior a la competición.

“No quiso hablar porque estaba avergonzada”, explicó a Reuters Tim Swords, entrenador de Sarah Robles, la estadounidense que se quedó con la medalla de oro. Para Sword, la participación de Hubbard no causo ninguna queja por parte de sus compañeras pero sí por parte de algunos entrenadores.

“Cuando ganamos nos felicitaron muchos técnicos. Nadie quería que ganara Hubbard”, aseguró Swords. Entre los entrenadores que criticó la participación de la neozelandesa está el egipcio Mohamed Hosnytaha, preparador de Shaimaa Khalaf, deportista que ocupó el tercer lugar de la competencia.

“No estamos de acuerdo en que alguien que ha sido un hombre durante tanto tiempo pueda competir como mujer. Tiene diferentes hormonas y diferentes sentimientos”, señaló el preparador de Khalaf

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