Redacción ELPOLI.pe
Día oscuro para el básquetbol. Hoy por la mañana, falleció Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. La causa de su fallecimiento fue un accidente de helicóptero en el que se dirigía junto con su hija y otras siete personas más, las cuales también fallecieron.
Los primeros reportes de las autoridades de Los Ángeles señalan que la aeronave se prendió en llamas cuando se encontraba sobrevolando el área de Calabasas. Ellos se dirigían a la academia Mamba Sports, la cuál fue fundada por Bryant y donde su hija iba a jugar un partido de básquetbol.
En toda su carrera, Bryant conquistó cinco campeonatos de la NBA, fue elegido dos veces mejor jugador de las finales de la NBA, ganó dos veces la medalla de oro en los Juegos Olímpicos (Beijing 2008 y Londres 2012).
Bryant jugó más de 1500 partidos, anotó 33 643 puntos y dio 6 306 asistencias. Durante 20 temporadas (1996 – 2016) defendió los colores de un solo equipo, Los Ángeles Lakers, a los cuales llevó a lo más alto de la mejor liga del mundo.
EL HECHO DEL QUE POCOS HABLAN
Más allá de sus logros deportivos, Kobe Bryant fue marcado por un hecho que manchó toda su vida. El basquetbolista reconoció haber violado a una mujer en el año 2003.
Bryant llegó a Colorado para someterse a una operación. En el hotel donde se alojó conoció a una trabajadora del recinto con quien paseó por el lugar y con quien luego ingresó a su habitación. Ahí, según los testimonios del proceso judicial, se besaron. Los testimonios de ambos, víctima y victimario, concuerdan hasta ese punto. Lo que pasó después fue sexo consentido para Bryant, mientras que para la joven fue violación.
Las cámaras de seguridad del hotel grabaron cuando la joven salió de la habitación, corriendo y angustiada. Las investigaciones de las autoridades determinaron que la sangre de su ropa interior era la misma que estaba en la camiseta del jugador. La joven, además, tenía heridas de estrangulamiento alrededor del cuello y ADN de Kobe en la vagina.
La defensa de Bryant fue muy agresiva, sacando a la luz el nombre de la víctima y escudriñando en su vida privada (había tenido intentos de suicidio). Algunos medios de comunicación, como en tantos otros casos parecidos de aquel entonces, apuntaban más en señalar a la víctima de 19 años. Tanta fue la presión y el miedo al poder de Bryant (quien ya era una megaestrella) que la joven encargó a sus abogados llegar a un acuerdo extrajudicial.
Con el caso cerrado, en el año 2005, Bryant publicó una carta de disculpas hacia la joven y reconoció que ella “no dio su consentimiento para ese encuentro”. El basquetbolista pidió “disculpas por su comportamiento de esa noche y por las consecuencias que ha sufrido en el último año”. Añadió, además, que había descubierto que “ella no vio y no ve este incidente de la misma manera que lo hice”.