Escribe: Franco Sánchez Rodríguez
Si hablamos sobre squash de seguro que su nombre tiene que estar presente. Diego Elías dejó de ser un joven con un futuro prometedor para convertirse en una realidad que de a pocos ya ha conseguido grandes hazañas (Bicampeón mundial juvenil, medalla de plata en los Panamericanos de Toronto 2015, entre otras).
La razón más grande por la cual las cosas le vienen saliendo tan bien es porque lo que hace, lo hace con pasión. Dejar de lado la oportunidad de estudiar en una de las universidades más prestigiosas del mundo, como lo es Harvard, para ir en busca de convertirse en squashista profesional, refleja la importancia que tiene este deporte en su vida.
Para nadie es novedad que el squash pasa prácticamente desapercibido en el país, y cargar con eso es de por sí una tarea difícil. Sin embargo, esto es algo que lo ha sabido llevar muy bien gracias a su fuerza de voluntad y a su padre, José Manuel Elías, quien fue squashista amateur y ahora es su entrenador.
Diego y José Manuel han conformado un gran equipo, y lo han sabido reflejar en los logros obtenidos el 2017. “Ha sido uno de los mejores años para mí, actualmente me encuentro en el puesto 12 del ranking mundial. Solo espero que el 2018 sea mucho mejor”, declaró el squashista a ELPOLI.pe.
Al parecer es solo cuestión de tiempo para que Diego Elías pase a ser uno de los monarcas en squash a nivel mundial, no obstante, para ello debe estar en su plenitud física y tiene que sacarle el mayor provecho a los torneos que se le avecinan.
“Justo a fin de año, en los Bolivarianos, tuve una lesión, me desgarré el isquiotibial. Ya me encuentro en rehabilitación, en un par de semanas ya estaré recuperado. Espero llegar bien para los primeros torneos que son por el tour profesional en Estados Unidos y Canadá, que inician a mitad de enero”, finalizó.
Lima 2019 se encontrará con un Diego mucho más maduro, y con la experiencia necesaria, esperemos, para que pueda disputar la medalla de oro. El camino para el certamen que va a paralizar al Perú es cada vez más corto, y solo los que estén realmente preparados saldrán victoriosos.