Escribe: Franco Sánchez Rodríguez

Luis Malqui, preseleccionado para los Panamericanos del mes de mayo y para los Juegos Sudamericanos, tiene una historia muy en particular. A sus 22 años se ha dado cuenta que no podía estar alejado más tiempo de la lucha, que si quería empezar a alcanzar sus sueños no tenía chance de dejar que transcurran los meses. Es por esta razón que en el último selectivo dejó muy buenas impresiones, el fruto de su arduo trabajo se vio reflejado en la competencia, ya que sobre la colchoneta parecía que se encontraba alguien que no estaba dispuesto a que le arrebaten la posibilidad de representar a su país.

¿A qué edad te iniciaste en la lucha?

Yo me inicié a los 6 años, pero luego lo dejé por motivos de indisciplina, la niñez, esas cosas. Ya cuando tenía 18 años volví a retomar la lucha, sin embargo, tuve problemas personales que me volvieron a alejar. Entrenando parejo llevo 2 años, desde los 20 hasta la actualidad, todo este tiempo he sido perseverante a pesar de las lesiones, de las adversidades, y de todos los inconvenientes familiares. Ahora tengo una meta, quiero ganarle a los campeones, a los cubanos, a los estadounidenses, a los que están en lo más alto de la lucha.

¿Tuviste la oportunidad de ir a un campamento en Cuba?

Sí, gracias a Dios fui a un viaje a Cuba, me entrené contra el subcampeón del mundo, Doménico. Cuando yo estaba cansado él me levantaba de la cara, me decía que sí podía. Aprendí bastante de ellos. La selección cubana, que está llena de campeones del mundo, tenía que dormir en un albergue, en lugares donde yo no sé si me quedaría a vivir por siempre, ver eso me ayudó mucho.

¿Qué fue lo que te impulsó a retomar la lucha?

A través de ese campamento en Cuba que duró un mes. Allí pude observar la realidad, como la gente sin importar las dificultades que tenga, lucha hasta el final. Niños que caminan descalzos, los campeones mundiales que te preguntan si les puedes regalar ropa, cosas con las que nosotros contamos pero que no han sido suficiente para lograr lo que ellos sí.

Los peruanos no sabemos valorar lo que tenemos, en cambio ellos con lo poco que tienen siguen perseverando por alcanzar sus metas.

Exacto, es el simple hecho de que esa gente entrena con el corazón, que no les importa tener sus pantalonetas rotas con tal de seguir con su preparación. Es en ese momento que me puse a pensar y me di cuenta de que muchos de nosotros no estamos dando el cien por ciento.

¿A qué crees que se deba?

Yo creo que es por la pasión que le ponen ellos, por la lucha que realizan en su vida diaria. Allá un deportista está ganando al mes unos 60 dólares apróximadamente, cosa que no se compara en nada a lo que ganan acá algunos deportistas de élite.

¿Cómo viene siendo el apoyo que te están brindando?

Cuento con los médicos del IPD que me ayudan, tengo a mi entrenador personal en la parte física de la fuerza, el profesor Luis Matías, gracias a él estoy logrando muchas cosas. Lo quiero bastante, es como mi segundo padre, ya que siempre me está motivando sin importar nada. Todo lo que estoy haciendo es gracias a mi familia, a mi madre, a mi viejo que falleció hace muchos años.

¿Tus peleas van dedicadas para él?

Claro, para mi madre que está viva, y para mi padre, pero en general es para mi familia.

¿Qué es lo que se te pasa por la cabeza cuando estás en la colchoneta?

Que, si uno no deja todo allí está muerto. Yo me digo que soy el mejor, el más fuerte, el más rápido, el más flexible, que estoy mejor preparado. Todo esto llena mi mente y me hace dejar el alma, porque si no doy lo máximo de mí para qué entrené.

¿Consideras que, si no hubieras dejado la lucha hoy te encontrarías mejor posicionado?

Claro, con la perseverancia que he ganado gracias a las personas que me rodean, en estos momentos me encontraría viajando para campeonatos mundiales a dar el careo. No obstante, nunca es tarde, sé que lo voy a lograr y voy a salir adelante.

¿Cuáles son los objetivos que te has trazado en un corto plazo?

La meta principal de todo deportista son los Juegos Olímpicos, ya me estoy preparando para eso porque espero representar a mi país. Pero primero me voy a enfocar en los Panamericanos del mes de mayo que se van a realizar en Lima.

¿Luis, te ves de acá a un año, en Lima 2019, luchando por una medalla de oro?

Por supuesto que me veo aquí, porque sé que me voy a sacrificar bastante. Aun más si estoy bien físicamente, ya que mi preparación va a ser más exigente.