Ha cambiado el judogi por el terno, pero el amor por el judo no lo cambiará jamás. Carlos Zegarra se convirtió el año pasado en el presidente de la federación peruana de este deporte y desde el primer día empezó el arduo trabajo de reconstrucción.

Deudas de miles de soles, una organización inexistente y hasta la falta de inscripción en el  Registro Nacional del Deporte fueron algunas de las cosas que encontró al asumir las riendas de esta tradicional disciplina.

Presente como deportista en los Juegos Olímpicos Beijing 2008 y habitual competidor en Juegos Bolivarianos, Sudamericanos y Panamericanos, Zegarra Presser intenta implementar en el Perú todo lo que él ha visto en otros países a lo largo de su trayectoria.

Hoy el judo empieza a despegar, empieza a iniciar una necesaria masificación en busca de los resultados que necesita para seguir generando confianza en quienes aportan el sustento económico. ¿Qué se ha hecho? ¿Qué necesita? “Chiquito”, como llaman a Carlos en intrépida ironía por sus 2.02 metros de estatura, nos lo cuenta en la siguiente entrevista.

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