Escribe: Franco Sánchez Rodríguez

Natalia Cuglievan fue el personaje principal de un 29 de julio histórico. En plena celebración por Fiestas Patrias, la esquiadora de 22 años le regaló su cuarta medalla de oro al Perú en los Juegos Panamericanos Lima 2019 y permitió que nos sintamos mucho más orgullosos de haber nacido en estas tierras. Además, nos dio la oportunidad de gritarle al continente entero que la bicampeona panamericana es nuestra compatriota.

 

En menos de cuatro años, Cuglievan conquistó dos preseas de oro en la modalidad de figuras en esquí acuático. Las ediciones de Toronto 2015 y Lima 2019 serán recordadas por este hecho, y seguro que por otras conquistas. “Es muy emocionante agarrar la bandera, tener la medalla y estar con todas las personas que más quieres”, asintió la medallista.

“Sí, fui a mi casa, estaban todos mis primos, mis hermanos y mis amigos allí, fue increíble”. Cuando en la Laguna de Bujama dieron los resultados oficiales y apareció el nombre de Natalia en el primer lugar, la euforia fue desbordante.

Y si así lo tomaron los asistentes, con la ganadora no podía ser de otra manera. Cuglievan, quien tiene su domicilio cerca del lugar de competencia, ingresó a su casa y sacó la bandera de todos, la alzó con orgullo y dijo, sin pronunciar palabra alguna, “somos campeones”.

Foto: Alicia Fonseca Sandoval

 

“No, no sabía. Lo que sí tenía claro era que había asegurado la medalla de plata y faltaba que esquíe la estadounidense Erika Lang. La verdad que no supe hasta que me confirmaron que gané, que a ella se le había quedado un truco fuera de tiempo. Ahí fue cuando recién me enteré que conseguí el oro”, narró sobre su participación.

Natalia Cuglievan terminó su segunda pasada con trucos y figuras muy bien elaborados. Al concluir la misma gritó y celebró con el público que se dio un tiempo para ir a verla y alentarla. Y es que intuía que después de su última pasada, algo muy bueno estaba por llegar.