Escribe: Margarita Rivera Monforte
Desde Brasil

Sus manos llenas de callos. Un ligero temblor en ellas mientras intenta explicar con gestos el momento que vive. Renzo León acaba de salir del agua, luego de competir en los cuartos de final de la prueba individual de remos cortos varones. Tenía que quedar entre los tres primeros para llegar a las semis. Duro intento, pues en su serie, la 2, remaban un campeón mundial, un récord del mundo y el favorito de la competencia.

“Uno tiene que sacrificarse y esforzarse para ser el mejor, pero hablamos con mi entrenador y la diferencia era tremenda. Entonces, decidimos dosificar energías para entrar mañana, en las semifinales C y D, de la mejor manera”, dijo ya fuera del agua y con los rezagos de un ejercicio extremo.

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León quedó sexto en un grupo liderado por el neozelandés Mahe Drysdale, quien ostenta el récord mundial de la categoría y que pasó sin apuros a la semifinal A/B de la competencia. El tiempo del peruano en esta parte fue de 7 minutos 30 segundos 91 centésimas, muy por debajo del que hizo en la primera ronda con 7m21s04c para los 2000 metros de recorrido.

“Ahora estoy en el grupo que disputará los puestos del 13 al 24. Mi objetivo es superar la actuación de Gustavo Salcedo”, en referencia al remero peruano que a los 22 años participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y se ubicó también en el puesto 22 del certamen.

Aunque tiene claro lo que desea: seguir compitiendo y buscando éxitos internacionales, alcanzar el objetivo sería para León más que un sueño hecho realidad. “Será el más grande estímulo para tentar una nueva clasificación olímpicao y, luego, una final para el Perú”.

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